La princesa caprichosa
Existió una vez una princesa llamada Ana que era muy caprichosa y que nunca se quería dormir. Sus padres ya se habían cansado de contarle las típicas historias de princesas, ya habían probado todas las versiones pero ella no quería dormir.
Un día su hermano Juan cansado de escuchar la vos quejosa de su hermana decidió contarle una historia diferente a todas las demás.
Allí estaba Ana lista para escuchar otra historia. Su hermano sentado así comenzó:
“Érase una vez una niña que ya había recorrido casi todos los lugares del mundo pero ella quería conocer un nuevo lugar.
Un día estaba en el parque más cercano a su casa. Cuando vio un lugar diferente a todos los demás, corrió hacia allí aunque ya se había hecho tarde, a ella no le importo. Ella sólo quería estar en ese lugar, aunque éste fuera un tenebroso cementerio. Las puerta del campo santo se habían cerrado, sin embrago, la niña quería estar allí.
Cayó la noche y la chica quería volver a su casa, estaba muy asustada por las cruces que salían del piso. De pronto algo la asusto más. Vio una sombra con un cuchillo que se acercaba hacia ella. Se acercaba más y más hasta que llegó hasta la niña.
A la mañana siguiente solo se encontró una mancha en el piso, nada más.”
Ana esta vez en lugar de dormirse corrió hacia la habitación de sus padres y se metió ente los dos, donde durmió muy profundamente hasta el otro día.
Agustina:
ResponderEliminarHermoso y original tu relato. Te felicito.
Revisá que hay algunos errores ortográficos.
Amalia